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Ha ayudado a la preparación física y mental de los jugadores, al análisis de juego e incluso a dirigir equipos, por ejemplo
Cada cuatro años la fiesta futbolera más grande del mundo reúne a aficionados y especialistas para ver competir a las mejores selecciones, celebrar sus triunfos y… ¿por qué no? Lamentar sus derrotas.
Y en este último caso a veces nos preguntamos: ¿A qué se debe que a unos equipos les va mejor que a otros?, ¿cuál es su secreto?
Desafortunadamente, no hay fórmula o receta mágica para ganar un partido de futbol, pero es bien cierto que hoy en día el conocimiento científico ha ayudado a la preparación física y mental de los jugadores, al análisis de juego e incluso a dirigir equipos.
“Una de las disciplinas que ha contribuido a ello es la Física. No necesariamente se debe saber sobre esta ciencia, pero si uno quiere perfeccionar las técnicas podríamos voltear a verla porque se trata de un deporte que requiere velocidad, fuerza, resistencia y estrategia”, afirmó Arturo Camacho Guardian, investigador del Instituto de Física (IF).
El futbol, dijo, sería muy aburrido si las trayectorias fueran únicamente parábolas; lo que realmente le da emoción a un partido son los efectos que el balón toma cuando un jugador lo golpea de determinada manera y ahí éste no sólo siente la gravedad, sino que está embebido hasta en el aire y permite que se produzcan los llamados chanfles.
“Un ejemplo de ello es el tiro libre que el exfutbolista brasileño, Roberto Carlos, hizo en el partido inaugural del Torneo de Francia de 1997, un juego de preparación para la Copa del Mundo en 1998. Él estaba pegado en la banda derecha, con mucha potencia golpeó el balón con la parte externa y este parecía que sería un tiro de esquina y ¿cuál fue la sorpresa de muchos? Que cuando pasó la barrera se cerró de forma dramática”, comentó.
Ese hecho, explicó el académico, se conoce como Efecto Magnus, vinculado con el principio de Bernoulli que dice que la turbulencia que produce un balón al girar en el aire crea una fuerza perpendicular a la velocidad del movimiento de la pelota y es el mismo que permite a los aviones volar.
Como este hay otros ejemplos más en los que interviene la Física en el futbol mediante la mecánica, la aerodinámica y las Leyes de Newton. En la técnica de recepción del balón se encuentra esta ciencia porque se puede maximizar el área de contacto y mover la pierna adecuadamente para que no haya rebote.
Además, el integrante del Departamento de Física Química del IF externó que con el análisis que hoy en día se hace de los partidos se puede ver cuánto están corriendo nuestros jugadores o los errores sistemáticos cometidos, y entonces puede entrar el método científico por medio de la estadística: la probabilidad y el análisis de datos.
“Por ello, creo que para ganar el Mundial de Futbol lo que se necesita a parte del talento es un análisis tanto de los rivales como del mismo equipo, porque este deporte no es tanto de suerte ni de que gane el mejor, más bien es explotar las habilidades y las deficiencias del contrincante”, aseguró.
Otras disciplinas en el futbol
La Psicología es otra disciplina presente en el mundo del futbol, ya que no importa si se trata de una simple “cascarita” o un partido de alto nivel, los jugadores al salir a la cancha y encontrarse con mucha audiencia o al saber que confrontarán un rival “poderoso” necesitan estar mentalmente fuertes y preparados para superar varios obstáculos.
“Cualquier deporte de competencia, en particular el futbol profesional, tiene que abordar aspectos básicos de habilidades psicológicas como la autoconfianza, la motivación, los procesos cognitivos, la atención, la toma de decisiones y, en particular, el control de estrés y manejo de emociones”, indicó Angélica Larios Delgado, académica de la Facultad de Psicología (FP).
Desde que un jugador empieza con su formación profesional, indicó, es necesario trabajar esta parte a la par de la rutina física, ya que es relevante cuidar la salud mental. Es bien sabido que el cuerpo de los deportistas sobrepasa sus límites constantemente, pero hay evidencia de que cuando ellos no tienen supervisión médica llegan a sufrir efectos nocivos.
“La autoconfianza, por ejemplo, es la habilidad de poder controlar el estrés y manejar la emoción que alguien siente al saber que se enfrentará a un equipo de futbol fuerte; es tener la certeza de que lo que se haya entrenado lo demuestren. Aunque también esto lo da la comunicación entre los jugadores para lograr un buen trabajo de equipo y afrontar juntos las contingencias durante el partido”, consideró Larios Delgado.
La sugerencia de la universitaria para ganar el Mundial de Futbol es preparase mentalmente años previos para lograr una armonía entre los miembros del equipo incluyendo sus directivos y que éstos se preocupen por darles una formación integral y verlos como seres humanos, de tal manera que un jugador feliz brindará mejores resultados.