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Mosqueados

César Romero

Mejor imagen, imposible.  La mosca parada en la cabeza del vicepresidente. El bicho, firme sobre el cabello de un plateado perfecto de Mike Pence.  Para los millones, decena de millones de espectadores que siguen por televisión el debate entre los dos candidatos a la vicepresidencia de Estados Unidos, resulta imposible no concentrar su atención en la simbólica presencia dentro del cuidadísimo auditorio de Salt Lake City, Utah del díptero, científicamente conocido como Musca domestica.

 

Sin proponérselo, el insecto ilustra a la perfección “The State of the American Democracy” en la recta final de la contienda presidencial del 2020. Por supuesto que semejante postulado va más allá del reflejo de la discusión en tono suave entre Kamala Harris, la compañera de fórmula de Joe Biden y Pence, sidekick del presidente Donald Trump.

 

Incluye, quizás, aquella noticia de hace exactamente 4 años cuando se reveló el infame video en que el candidato de las prostitutas, el de las múltiples expresiones de odio contra casi todas las minorías raciales y religiosas, presumía de los beneficios de su condición de súper estrella del espectáculo. A las mujeres, dijo, él las “grab by the pussy”.

 

Mosqueado Mike Pence, ilustra también la situación del propio presidente Trump quien, enfermo de COVID-19, abandona el hospital para, con gesto de telenovela, salir a un balcón de la Casa Blanca para quitarse el tapabocas frente a las cámaras.

 

Además, el performance de La Mosca, podría servir para editorializar el comportamiento de las redes sociales, Cambridge Analytica, las multimillonarias inyecciones de dinero a ambas campañas y, por supuesto, la propia era de las Fake news y manipulación digital propias de la era en que vivimos.

 

Del debate en sí, es poco lo que se puede enfatizar. El intento de Pence de distanciarse de las explosiones y exabruptos de su jefe durante el zipi-zape de la semana anterior ante Biden, su imposibilidad de exponer sus sound bites dentro de los tiempos pactados por los partidos Demócrata y Republicano.  Harris, senadora por California, por su parte dejó ver la fuerza de su presencia y reitero el recurso de su compañero de fórmula, de dirigirse directamente a la audiencia para cuestionar, una y otra vez, el fracaso del gobierno ante la pandemia en todos los frentes.

 

En otras palabras: todo dentro del script. Si acaso, el único momento de confrontación real fue cuando la exfiscal General de California refutó con vehemencia los cuestionamientos de Pence en temas de justicia, dándole de alguna manera razón a la “acusación” en su contra de que ella representa una agenda liberal.

 

De cualquier modo, es claro que la elección no está aún decidida. La experiencia del 2016, cuando hasta pasado medio día de la propia jornada electoral los “expertos” aseguraban que Hillary Clinton tenía más de 95% de probabilidades de derrotar a Trump, obligó a que, tanto Biden como Harris, insistan en un mensaje central dirigido a los más de 150 millones de personas que finalmente definirán la elección: hay que salir a votar.