Durante la cuarentena las personas han subido de peso debido a los cambios de alimentación. En ocasiones puede deberse a la ansiedad causada por diferentes factores como presiones económicas, laborales, situaciones familiares en el hogar o algún tipo de violencia que se esté ejerciendo, señaló Rocío Ivonne de la Vega Morales, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM.
En entrevista para UNAM Global, la profesora universitaria expresó que los cambios de alimentación durante la pandemia y el confinamiento también se deben al acceso que tenemos hoy en día a los alimentos. “Normalmente cuando salimos a realizar diferentes actividades laborales no tenemos a la mano los alimentos”.
Estábamos acostumbrados a realizar el desayuno, comida y cena fuera del hogar, pero con el confinamiento esto ha cambiado y los horarios se han desfasado. Dicha situación ha propiciado el aumento del consumo de los alimentos que se encuentran disponibles en el refrigerador.
Por esto, acotó la entrevistada, es importante tomar en cuenta todos los factores que influyen sobre estas conductas alimentarias. La persona encargada de la alimentación de la familia debe tomar en cuenta el tipo de comida para cada integrante, desde adultos mayores hasta lo más pequeños.
De acuerdo con De la Vega Morales existen 5 grupos de alimentos: cereales, derivados y legumbres secas; verduras y frutas; lácteos, leche, yogur, queso; carnes y huevos; aceites y grasas. En estos se incluyen las frutas y verduras, además de las proteínas.
No obstante, durante estos días preferimos elegir los carbohidratos (cereales como pan dulce o tortilla), que son los que producen un bienestar a nivel fisiológico e incluso calman algunos estados de ansiedad que también se han dado por el confinamiento, pero suben de peso.
Para la académica, ningún alimento es nocivo, pero es malo el tipo de consumo si por ejemplo se mezclan cereales como grasa, por ejemplo, una dona de chocolate, que es un producto alto en calorías.
Sumado a que nos estamos alimentado por encima de lo que consumíamos antes, sí se puede incrementar el peso en una semana de forma significativa.
¿Qué hacer?
Para evitar esos desajustes, explicó la profesora universitaria, debemos colocar horarios para el desayuno, comida y cena, además de dos colaciones saludables que pueden ser fruta y cacahuates o almendras, que son justo las que brindan esa sensación de saciedad.
“Será mucho más factible llevar una dieta saludable si tenemos horarios establecidos con las debidas colaciones”. De preferencia hay que consumir agua natural o de frutas, de ser posible sin azúcar, y evitar sodas, refrescos o jugos con gran cantidad de azúcar.
Si comemos más rápido de lo normal, no esperamos a sentarnos en la mesa y picamos comida del refrigerador durante todo el día, cada dos horas, subiremos de peso.
La experta recomendó identificar las emociones que nos llevan al refrigerador, ya sean ansiedad, tristeza, desesperación, impotencia por no poder salir y realizar nuestras actividades del día a día, y de ahí expresarnos con la familia o los amigos, para tener un soporte emocional.
Finalmente, si es necesario una atención terapéutica buscar ayuda en línea, existen varias plataformas que ayudan con estas situaciones.